Si alguien quisiera conocer la vida cotidiana de los soviéticos durante los primeros años de Revolución, seguramente tendría que ver las películas documentales de Vertov. Su filmografía es un apasionante viaje etnográfico, quizás un efecto involuntario de su trabajo en la búsqueda incansable de la verdad. Allí, según él, yacía el fundamento de su propuesta filosófica: el Cine-ojo. En algunos casos, sus películas deben ser vistas más de una vez porque requiere tiempo sumergirse en otro tipo de expresión basado en la imagen, que evita palabras o subtítulos.
Dziga Vertov1 comenzó su carrera de documentalista en los trenes de agitación (agit-prop) que recorrían la Unión Soviética durante la Guerra Civil entre 1919 y 1920. En un momento en que el cine -en particularmente el estilo documental- había sido pregonado por Lenin como el más importante de todas las artes. En cada estación ferroviaria, el equipo encargado exhibía películas para campesinos y obreros quienes desconocían completamente el cine. La leyenda cuenta que en Ucrania la audiencia veía con inocencia por primera vez la imagen de un tractor arando la tierra: “cuando desde la profundidad de la pantalla llegaron tractores hacia el espectador, los campesinos comenzaron a recular, primero lentamente y después más rápido. Detuve la proyección y comencé a explicar a los espectadores que no era más que una película. Al mismo tiempo dije que el tractor iba a interpretar un gran papel en la agricultura del país soviético. Salió un viejo de la multitud y dijo: de acuerdo, te creemos, pero dinos dónde está escondido el tractor (…)” (Valmaseda,2011).
Luego de la experiencia en los trenes, Vertov junto a Elizabeta Svilova (montajista) y Mikhail Kaufman (camarógrafo), conformaron el Consejo de los tres2, uno de los tríos creativos más relevantes de la historia del cine. En el núcleo de ese grupo nació el concepto de Cine-ojo (en ruso Kino-Glaz), cuyo propósito es profundamente filosófico. Según Deleuze (1984), su originalidad se basa en una concepción de la dialéctica “afirmada en la materia misma (…) que “muestra al hombre presente en la naturaleza, sus acciones, sus pasiones y su vida3”(p.64). Al contrario de los grandes directores del cine soviético -Eisenstein, Pudovkin y Dovzhenko- quienes entendían que la naturaleza siempre es parte de la totalidad humana.
El Cine-ojo, entonces, se interesaba por la naturaleza impredecible y espontánea, oponiéndose férreamente a la utilización de guiones, actores y escenarios. Incluso, suprimía al mínimo la narrativa y los subtítulos, buscando resaltar los “hechos puros”. Así, las imágenes mostraban la realidad antes que la belleza. Porque la búsqueda de la verdad fue el motor de las profundas motivaciones del Consejo de los tres. Este es precisamente el fundamento del noticiero Kino Pravda (o Cine-Verdad)4; la cámara registraba la espontaneidad de la vida cotidiana que ocurría en los espacios públicos. También, comenzó el trabajo de experimentación a través del montaje, diferenciándose notablemente de los noticieros tradicionales.
La película Cine-ojo, la vida al imprevisto (1924),también conocida como Kino-Glaz, retomó y refinó las ideas de Kino Pravda. El filme muestra el transcurrir cotidiano de la vida en un campo de pioneros, el trajín en los mercados y cooperativas, la miseria de los alcohólicos en un bar, presos en la cárcel y la triste realidad de un hospital psiquiátrico de la ciudad. Para ello, Vertov y Kaufman se inmiscuyeron en los barrios con la cámara tratando de pasar desapercibidos, en otras, se visibilizaron para registrar gente conmovida por un evento público. Interesante también es Una sexta parte del mundo (1926), película encargada por el Estado para incentivar la inversión extranjera. La trama parece ser un viaje inquieto por todo el país. Si bien las imágenes saltan de un lugar a otro desestimando un orden lineal, éstas expresan como hilo conductor el valor del trabajo sin hacer diferencias respecto a quién lo ejerce (Fore, 2017). Es decir, no importa si es un minero, obrero, campesino o perteneciente o parte de alguna minoría étnica, podemos interpretar que todos son parte de una misma comunidad.
Esta propuesta revolucionaria estaba en contra del modus operandi de la industria cinematográfica que había hasta esa época, transgrediendo y subvirtiendo, una y otra vez, todas sus reglas canónicas. Postura que se expresa claramente en El hombre de la cámara (1929), donde no sólo registra la vida cotidiana de los soviéticos, sino también desnuda el artificio mostrando a los kinoks5 filmando, a la montajista en el trabajo de edición y la reacción del público durante la exhibición. Al mismo tiempo, nos damos cuenta de que el montaje es fundamental, pues se encarga de la organización del mundo visible o “material vivido” que fluye y se revela por sí mismo, sin la necesidad de guion.
Con el nacimiento del cine sonoro, Vertov filmó El entusiasmo, sinfonía del Donbáss (1930). El documental experimentó con todos los recursos acústicos posibles de esa época, mostrando la realidad de los mineros y obreros del Don (Ucrania). Otro documental que aprovechó al máximo el nuevo adelanto técnico fue Tres Cantos para Lenin (1934), allí los Kinoks viajaron a los confines del país para grabar las voces de mujeres uzbekas y turkmenas que dedicaban cantos para agradecer la gesta del gobernante. Sobre este filme, el experto en cine soviético Jay Leyda (1965) señala: “Para esas mujeres, como lo expresaban sus cantos, Lenin significaba libertad, su muerte un golpe terrible y sus enseñanzas la base de su vida futura” (p. 392).
Llevar a cabo la propuesta del Cine-ojo fue un ejemplo de perseverancia y valentía, pues tal como señala Vertov en Memorias de un cineasta bolchevique (2011), durante toda su vida profesional tuvo que lidiar contra la censura y la crítica infundada de la burocracia asfixiante que con frecuencia obstruía el trabajo artístico. Fue precisamente este carácter obstinado de su personalidad que lo transformó en un ejemplo para futuras generaciones de cineastas, cuyo objetivo será siempre mostrar la verdad. En efecto, los primeros que fijaron su atención en la obra del soviético fueron los cineastas franceses del Cinema verité, quienes, a principio de los años sesenta, intentaron resurgir los principios del Cine-ojo. Poco tiempo después, a fines de la misma década, en medio de un escenario político turbulento, Godard fundó el Colectivo Dziga Vertov, movimiento que abogó por la Revolución de Mayo del 68 y el fin de la Guerra de Vietnam, entre otras banderas de lucha.
Sin ir tan lejos, en Chile durante los años ochenta, cineastas anónimos en clandestinidad crearon el Colectivo Cine-Ojo. Sus documentales dejaron testimonio de las protestas contra la dictadura de Pinochet, trabajo que se aprecia en los filmes Exilio (1983), Chile, no invocó tu nombre en vano (1983) y Días de octubre (1989).
Columna escrita por Antonio Polumbo
Bibliografía
Deleuze, G. (1984). La imagen-movimiento. Estudios sobre cine. (Barcelona: Ediciones Paidós.
Devin A. Fore. (noviembre 2017) El ojo en la materia, Dziga Vertov y el cine soviético temprano. Auditorio de Filmoteca española, Museo Nacional Centro de Arte de Reina Sofía.
Leyda, J. (1965). Kino. Historia del cine ruso y soviético (Buenos Aires: Editorial Universitaria de Buenos Aires).
Valmaseda C. Dziga Vertov y los trenes de agitación (1919-1921. Disponible en http://cinesovietico.com/dziga-vertov-y-los-trenes-de-agitacion-1919-1921
Vertov, D. (2011). Memoria de un cineasta bolchevique (Salamanca, España: Capitán Swing Libros)
Filmografía citada de Vertov
-(1922-1925, 378 min). Kino Pravda (23 capítulos). Unión Soviética noticiero
Disponible en: https://vertov.filmmuseum.at/en/film_online/kino-pravda.
– (1924,78 min) Cine-ojo, la vida al imprevisto. Kino-Glaz. (Unión Soviética, Mezhrabpom film)
Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=n3B5Z-70iss
– (1926, 61 min) Una sexta parte del mundo. (Versión en inglés, A Six Part of the World). (Unión Soviética, Sovkino)
Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=RCwmvXSQ0AY
– (1929, 67 min) El hombre de la cámara. Versión en inglés, Man With a Movie Cámara. (Unión Soviética, VUFKU)
Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=9hG-HA9LMB0
– (1930, 67 min) El entusiasmo, Sinfonía del Donbáss. Versión en inglés, Enthusiasm. (Unión Soviética, Ukrainfilm)
Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=vUInm2dC6Ug
– Tres Cantos para Lenin (1934, 61 min). (Unión Soviética, Mezhrabpom film)
Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=LblapEFkoD4
1 Dziga Vertov significa “trompo que gira” en ucraniano y su nombre verdadero es Denis Abramovich Kaufman.
2 Cabe mencionar que Svilova era pareja de Vertov, y Mikhail Kaufman su hermano.
3 “Todos y cada uno de los elementos maquinas, paisajes, edificios, hombres (…) como un sistema material en perpetua interacción” (p.64). La propuesta, entonces, “es un ojo de la materia, en la materia, que no está sometido al tiempo y no conoce otro todo que el universo material y ser extensión” (p.65).
4 Entre 1922 y 1925, Vertov creó el noticiero Kino-Pravda (en ruso significa Cine-Verdad), filmando un total de 23 episodios. En un principio el noticiero se asemejaba a los tradicionales, pero a partir del episodio N°14 se observa un punto de inflexión ya que comienza la experimentación con imágenes, labor clave para futuros documentales.
5 Para llevar a cabo esta propuesta filmográfica son fundamentales los kinoks, nombre dado a los operadores de cámara encargados de viajar a los confines más alejados del país para registrar la vida de sus habitantes. La idea era contar con muchos kinoks-observadores, quienes serían millones de ojos disponibles para filmar los hechos de la vida cotidiana.